Por: Juan Manuel Esquivel Gutierrez

Unión Magdalena anuncia restricciones drásticas después de que una invasión de hinchas y agresiones interrumpieran un partido crucial, aumentando la tensión en un momento deportivo crítico.

El reciente partido de Unión Magdalena contra Once Caldas, crucial para las aspiraciones del equipo de Santa Marta en la Liga BetPlay, terminó en caos y violencia. A solo diez minutos del final, varios hinchas irrumpieron en el campo del estadio Sierra Nevada, agrediendo al director técnico Hernán Darío Herrera y a un recogebolas. Este incidente no solo suspendió el juego, sino que también puso al club bajo la lupa de la Dimayor, que podría imponer sanciones severas.

En respuesta a estos lamentables sucesos, la directiva de Unión Magdalena ha tomado medidas inmediatas para garantizar la seguridad y el orden en sus instalaciones. A través de un comunicado, el club expresó su rechazo a cualquier acto de violencia y anunció la prohibición de entrada a ciertas barras brava identificadas en los disturbios, así como restricciones al uso de instrumentos musicales y banderas grandes en las tribunas.

Durante el incidente, la seguridad del estadio fue rebasada, situación que ha llevado al club a coordinar un plan de acción más riguroso con la Policía Nacional y autoridades locales para las próximas fechas. Estas medidas buscan prevenir futuros incidentes y restaurar un ambiente seguro y respetuoso para los aficionados y jugadores.

Estas decisiones, aunque cruciales para la seguridad, generan un ambiente de tensión entre la directiva del club y una parte de su afición, en un momento donde el apoyo unánime es fundamental para evitar el descenso. La Dimayor, por su parte, está evaluando los detalles del incidente y se espera que anuncie las sanciones correspondientes en breve. La situación pone de relieve la necesidad de un equilibrio entre seguridad y apoyo fanático, especialmente en tiempos de crisis deportiva.