Por: Maria Camila Gonzalez Mosquera

Dos niños fueron asesinados en el barrio Las Ferias de Bogotá, un suceso que sacude la conciencia de la comunidad.

El 8 de octubre de 2024, el barrio Las Ferias en la localidad de Engativá, Bogotá, se convirtió en escenario de un crimen horrendo. Susan Camila, de 7 años, y su hermano Santi Esteban, de 4, fueron encontrados sin vida en su propia casa, un lugar donde deberían haber estado seguros.

Los niños eran hijos de Darwin Beltrán, quien ha sido arrestado como principal sospechoso. En una reciente declaración, Beltrán insistió en su inocencia, lo que ha añadido más incertidumbre y dolor a una situación ya de por sí trágica. La comunidad y la familia están devastadas, y la noticia ha causado una profunda conmoción.

Según las investigaciones preliminares, los niños fueron víctimas de violencia en el hogar. La policía continúa recopilando evidencia y testimonios que ayuden a esclarecer los detalles del caso. Este incidente ha generado un amplio debate sobre la seguridad infantil y la violencia doméstica.

Este caso nos obliga a reflexionar sobre las profundas cicatrices que deja la violencia en los más vulnerables. La sociedad bogotana y el país entero se enfrentan no solo a la búsqueda de justicia, sino también al desafío de proteger a sus niños y garantizar un entorno seguro para su desarrollo. La memoria de Susan y Santi exige que se tomen medidas concretas para prevenir futuras tragedias.