Por: Maria Camila Gonzalez Mosquera

El 14 de mayo de 2025, una intensa llamarada solar clasificada como X2.7 provocó cortes en las comunicaciones y sistemas eléctricos en varias regiones del mundo.

El fenómeno, originado en una región activa del Sol, fue detectado y alertado por la NASA, que monitorea constantemente este tipo de actividad. La llamarada solar, una de las más fuertes registradas, ha causado ya cortes temporales en las señales de radio en Europa, Asia y Medio Oriente, así como interferencias en las redes eléctricas del este de Estados Unidos. La NOAA, a través de su Centro de Predicción del Clima Espacial, también ha estado colaborando estrechamente en la evaluación de los impactos geomagnéticos.

Expertos de la NASA y astrónomos advierten que si la actividad solar continúa intensificándose, podríamos enfrentar riesgos mayores como apagones eléctricos prolongados y fallos en sistemas de GPS, telecomunicaciones y satélites. Esta situación recuerda el incidente de 1989, cuando una tormenta solar similar causó un apagón de 9 horas en Quebec, Canadá.

Además de los problemas técnicos, este evento ha permitido la observación de auroras boreales en latitudes más bajas de lo habitual, ofreciendo un espectáculo natural impresionante en lugares como Alaska, Montana, Wisconsin y Minnesota. Este fenómeno subraya la necesidad de mantener sistemas de alerta temprana y protocolos de prevención robustos, especialmente en sectores críticos como las telecomunicaciones y la energía eléctrica.

La alerta emitida por la NASA no solo destaca la vulnerabilidad de nuestras infraestructuras modernas frente a fenómenos cósmicos, sino también la importancia de la vigilancia espacial continua. A medida que dependemos más de la tecnología, la influencia del Sol en nuestra vida diaria se vuelve más significativa, recordándonos la potencia y el alcance de los eventos naturales en el vasto universo.