Por: Maria Camila Gonzalez Mosquera

Helí Mejía Mendoza, alias ‘Martín Sombra’, falleció en Bogotá, dejando un legado de violencia y crueldad en el conflicto colombiano.

El 19 de mayo de 2025, en el hospital El Tunal de Bogotá, murió Helí Mejía Mendoza, conocido como ‘Martín Sombra’. Su vida estuvo marcada por ser uno de los guerrilleros más temidos de las extintas FARC, involucrado en secuestros y torturas de alto perfil. Su historia es un oscuro capítulo del conflicto armado en Colombia, simbolizando la brutalidad que caracterizó a este grupo armado durante décadas.

‘Martín Sombra’ fue el custodio de figuras como Ingrid Betancourt y Clara Rojas, y bajo su vigilancia nació Emmanuel, hijo de Rojas. Estuvo involucrado directamente en la creación de las inhumanas jaulas de alambre de púas donde retenía a sus víctimas. Además, fue responsable de entrenar a menores en técnicas de supervivencia extremas y tácticas militares, contribuyendo a perpetuar el ciclo de violencia.

Su muerte no solo cierra su propia historia, sino que también evoca los recuerdos de los crímenes atroces que cometió. Mejía Mendoza reveló detalles de sus acciones y de su vida ante la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), contribuyendo al esclarecimiento de numerosos casos y ofreciendo un cierre parcial a las familias de las víctimas.

La muerte de ‘Martín Sombra’ es significativa no solo por el fin de su vida, sino por lo que representa en términos de memoria y justicia en Colombia. Su confesión ante la JEP y su posterior fallecimiento son pasos hacia la reconciliación, aunque las heridas que dejó en sus víctimas y en el país son profundas y duraderas. Este evento subraya la importancia de continuar los esfuerzos de verdad, justicia y reparación para asegurar que atrocidades similares no se repitan en el futuro.