Por: Miguel Angel Trujillo

El presidente Trump censuró duramente a Israel por violar el alto al fuego con Irán, instando a la calma tras nuevos ataques. La tensión persiste a pesar del acuerdo.

Washington, D.C. - Tras doce días de hostilidades, un alto al fuego negociado entre Israel e Irán se vio comprometido por nuevos ataques israelíes. El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, reaccionó con fuertes críticas, demandando el cese inmediato de las acciones militares.

La escalada de violencia entre Israel e Irán se intensificó en las últimas semanas, culminando en un acuerdo de alto al fuego que, según fuentes oficiales, se vio quebrantado horas después de su anuncio. Este conflicto ha generado una profunda preocupación a nivel internacional, principalmente por el riesgo de una escalada bélica de consecuencias impredecibles. La intervención de Trump ha sido crucial para lograr el alto al fuego inicial.

El mandatario estadounidense, visiblemente molesto, emitió fuertes declaraciones desde los jardines de la Casa Blanca, antes de partir hacia la cumbre de la OTAN en La Haya. “Necesitamos que Israel se calme ya”, declaró Trump, añadiendo en su red Truth Social: “Israel, no lances esas bombas… haz regresar a tus pilotos ahora”. Tanto el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, como las autoridades iraníes, emitieron comunicados contradictorios sobre la naturaleza y alcance de los ataques.

Israel afirma que sus acciones fueron una respuesta a la presunta violación del alto al fuego por parte de Irán, citando la destrucción de un radar iraní como represalia. Irán, por su parte, denuncia haber sufrido tres oleadas de misiles israelíes durante la tregua. La discrepancia en los relatos pone de manifiesto la fragilidad del acuerdo y la dificultad de verificar su cumplimiento. La falta de confianza mutua y la continua escalada retórica aumentan el riesgo de un nuevo conflicto.


El incidente revela la complejidad de la situación geopolítica en la región. La continua tensión entre Israel e Irán, exacerbada por las acusaciones mutuas de incumplimiento del acuerdo, pone en riesgo la estabilidad regional y la posibilidad de una solución negociada. La posición de Estados Unidos, aunque aparentemente mediadora, podría verse cuestionada si no logra controlar la situación y evitar un nuevo brote de hostilidades. La falta de mecanismos de verificación efectivos para controlar el cese al fuego contribuye al riesgo de un recrudecimiento de las acciones militares.