Por: Katherine Cruz

El Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Volker Türk, denunció este viernes 31 que ataques continuos a embarcaciones en el Caribe y Pacífico, atribuidos a operaciones de EE.UU., han causado más de 60 muertes, calificándolos de violaciones inaceptables del derecho internacional y exigiendo una investigación.

Este viernes 31, el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Volker Türk, emitió un contundente comunicado denunciando graves violaciones del derecho internacional. Según el alto funcionario, los ataques continuos contra embarcaciones en las regiones del Caribe y el Pacífico han resultado en un costo humano “inaceptable”. Estos incidentes, que se han cobrado la vida de más de 60 personas, carecen de justificación alguna bajo las normas internacionales. La oficina de la ONU subraya la urgencia de abordar estas acciones que socavan los principios fundamentales de los derechos humanos.

Türk, en su calidad de máxima autoridad en derechos humanos de la ONU, urgió explícitamente al gobierno de Estados Unidos a cesar estas operaciones. Asimismo, instó a prevenir de inmediato el asesinato extrajudicial de las personas a bordo de las embarcaciones afectadas. Aunque Washington ha justificado estas acciones como parte de sus operativos contra el narcotráfico, el comisionado fue categórico. Subrayó que cualquier operación debe respetar las fronteras internacionales y el Derecho Internacional Humanitario (DIH), que limita estrictamente el uso de la fuerza letal.

Los informes recibidos por la oficina de la ONU detallan una serie de ataques que, aunque no se especifican los métodos, resultan en la pérdida de vidas humanas en el mar. La argumentación estadounidense se centra en la lucha contra el tráfico de drogas, una preocupación legítima, pero no exime del cumplimiento de la ley internacional. El Alto Comisionado enfatizó que las operaciones transfronterizas requieren una adherencia estricta a los protocolos que rigen las relaciones entre Estados soberanos. El irrespeto a estas normas no solo genera víctimas, sino que también crea un precedente peligroso en la aplicación de la justicia.

Türk reiteró la doctrina fundamental de que el uso de la fuerza letal debe considerarse siempre como el último recurso disponible. Exhortó a las autoridades a garantizar una investigación pronta, independiente y transparente sobre cada uno de los incidentes denunciados. Además, el comisionado exigió que se sancione a los responsables de estas conductas, reafirmando la obligación ineludible de los Estados. La rendición de cuentas es esencial para proteger los derechos humanos y mantener la integridad del derecho internacional ante tales vulneraciones.