martes, 6 mayo 2025
Por: Maria Camila Gonzalez Mosquera
En una operación denominada "Sindoor", India lanzó misiles contra nueve supuestas bases terroristas en Pakistán y Cachemira, causando controversia por reportes de daños civiles.
El 6 de mayo, el gobierno de India inició la operación "Sindoor", ejecutando una serie de ataques con misiles dirigidos a lo que describió como infraestructuras terroristas en territorio de Pakistán y la región de Cachemira administrada por este último. Según fuentes oficiales indias, el objetivo era neutralizar amenazas inminentes sin involucrar objetivos militares o civiles pakistaníes.
El Ministerio de Asuntos Exteriores de Pakistán, sin embargo, presentó una versión diferente de los hechos. Afirmaron que los misiles no solo impactaron en las supuestas bases, sino también en áreas civiles, incluyendo una mezquita. El saldo, según reportes locales, fue de tres muertos, incluyendo a un niño, y doce heridos.
La operación se llevó a cabo en un contexto de tensiones crecientes entre ambos países, quienes han tenido un historial prolongado de conflictos, principalmente por disputas territoriales en Cachemira. Observadores internacionales han expresado preocupación sobre la escalada de violencia y sus posibles repercusiones en la estabilidad regional.
Analistas sugieren que estos ataques podrían intensificar aún más las fricciones entre India y Pakistán. La comunidad internacional está llamada a jugar un papel crucial en la mediación de este conflicto, buscando soluciones que prioricen la paz y la seguridad de los civiles afectados. La situación requiere una vigilancia constante para evitar que escale a un conflicto de mayores proporciones.
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