Por: Miguel Angel Trujillo

El samán de Guacarí, inmortalizado en la antigua moneda de 500 pesos colombianos, sigue siendo un símbolo de la biodiversidad y cultura del país.

El samán, un árbol emblemático de Colombia, no solo adorna la antigua moneda de 500 pesos, sino que también se erige majestuoso en varias regiones del país, destacando su presencia en Guacarí, Valle del Cauca y Hispania, Antioquia. Este último celebra anualmente las Fiestas del Samán, evidenciando la profunda conexión entre la comunidad y su patrimonio natural.

El Banco de la República de Colombia seleccionó el samán de Guacarí para la moneda de 500 pesos como un tributo a los esfuerzos de conservación del municipio. "El motivo del anverso de la moneda está orientado a reconocer los esfuerzos de Guacarí para conservar el árbol de Samán", explica la entidad en su sitio web, destacando la importancia de la ecología y la preservación del medio ambiente.

Además de Guacarí, el samán se encuentra en Hispania, Antioquia, donde la comunidad no solo protege estos árboles, sino que también celebra su existencia con festividades que atraen a visitantes de todo el país. Las Fiestas del Samán, que se realizan durante el primer puente festivo de octubre, incluyen actividades culturales y educativas que subrayan la importancia de la conservación ambiental.

Este árbol no solo es un componente vital del ecosistema local, sino que también representa un elemento de identidad y orgullo para los colombianos. La inclusión del samán en la moneda de 500 pesos no fue solo una decisión estética, sino un acto de reconocimiento hacia la naturaleza y la cultura colombiana. A través de estas iniciativas, se busca fomentar una mayor conciencia sobre la importancia de preservar nuestro entorno natural para las futuras generaciones.