Por: Miguel Angel Trujillo

El presidente de Colombia, Gustavo Petro, firmó en Pekín la adhesión del país a la Iniciativa de la Franja y la Ruta, buscando fortalecer la cooperación con China y diversificar las alianzas internacionales.

Desde Pekín, el presidente colombiano Gustavo Petro ha oficializado la incorporación de Colombia a la Iniciativa de la Franja y la Ruta, un proyecto de cooperación internacional liderado por China. Este acuerdo se enmarca en los esfuerzos del país sudamericano por ampliar sus horizontes económicos y políticos, reduciendo la dependencia de las tradicionales esferas de influencia occidentales.

En la ceremonia de firma, que contó con la presencia del presidente chino Xi Jinping, Petro destacó la importancia de este nuevo capítulo en las relaciones bilaterales. “Es hora de hablar de tú a tú, no como arrodillados”, expresó Petro, subrayando la necesidad de una relación más equitativa y respetuosa. El acuerdo promete potenciar sectores como infraestructura, transporte y tecnología, y busca equilibrar la balanza comercial de Colombia, actualmente deficitaria en 14.000 millones de dólares.

El acuerdo implica una serie de cooperaciones en áreas clave que incluyen la construcción de infraestructura, el desarrollo de energías renovables y la modernización tecnológica. Con esto, Colombia no solo espera atraer inversión extranjera directa, sino también convertirse en un centro logístico clave en América Latina, facilitando así el comercio y la integración regional.

Este movimiento estratégico podría redefinir el papel de Colombia en el panorama global, ofreciendo nuevas oportunidades de crecimiento y desarrollo sostenible. La adhesión a la Ruta de la Seda no solo busca mejorar la infraestructura y la economía colombiana, sino también fortalecer la cooperación Sur-Sur y fomentar un diálogo más amplio entre diversas civilizaciones. Con esta decisión, Colombia se posiciona como un actor proactivo en la búsqueda de alternativas para su desarrollo y el de la región.