Por: Miguel Angel Trujillo

En Bogotá, se realizó un emotivo funeral para el senador Miguel Uribe Turbay, asesinado recientemente. Su viuda, María Claudia Tarazona, pidió justicia y rechazó la violencia, recordándolo como un hombre que soñaba con una Colombia en paz.

El lunes 20 de enero de 2025, Colombia se vistió de luto con la muerte del senador y precandidato presidencial Miguel Uribe Turbay. Tras dos meses de hospitalización producto de un atentado, Uribe falleció dejando un vacío en la escena política colombiana y un profundo dolor en su familia y amigos. Su despedida se llevó a cabo en el Congreso de la República, en una ceremonia llena de dolor y esperanza.

En medio del dolor, María Claudia Tarazona, esposa del senador, lideró la despedida. Con valentía, pidió justicia por la muerte de su esposo, rechazando cualquier tipo de venganza. "Para honrarlo solo debe haber amor en nuestros corazones", afirmó con la voz entrecortada. También agradeció a los médicos que lucharon por salvarle la vida. Sus emotivas palabras reflejaron la fortaleza de una familia frente a la tragedia.

Además de la viuda, participaron en el homenaje el padre de Uribe y su tío, Julio César Turbay, quien también hizo un llamado a la reconciliación y a evitar el odio como respuesta al crimen. La cámara ardiente permaneció abierta hasta el miércoles, cuando se realizó el funeral en la Catedral Primada de Bogotá. Los mensajes de condolencias, tanto nacionales como internacionales, resaltaron la labor del senador por la búsqueda de la paz y el progreso en Colombia.

El asesinato del senador Uribe Turbay es una tragedia que conmociona a la nación. Representa una amenaza a la democracia y la búsqueda de la paz, valores que el mismo Uribe defendió a lo largo de su carrera política. La respuesta ante este hecho debe ser una condena unánime a la violencia y un compromiso firme por fortalecer las instituciones para que este tipo de actos no queden impunes. La petición de justicia de María Claudia Tarazona, lejos de ser un llamado a la venganza, representa una demanda ciudadana por una Colombia más segura y justa.