Por: karol Yulieth Lopéz león

La Suprema Corte de México confirma la indemnización a Ricardo Arjona por el uso ilegal de su música e imagen en una campaña publicitaria de Toyota. La sentencia, tras años de litigio, sienta un precedente crucial en la protección de derechos de autor.

La victoria legal del cantautor guatemalteco Ricardo Arjona contra la automotriz Toyota ha sido confirmada por la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) en México. La resolución final obliga a la empresa a una cuantiosa indemnización por el uso no autorizado de su canción "Jesús es verbo, no sustantivo" y su imagen en una campaña publicitaria.


La controversia comenzó en 2023 cuando Arjona presentó una demanda contra Toyota por violación de derechos de autor y uso indebido de imagen. Un Tribunal Colegiado falló inicialmente a favor del artista, una decisión que Toyota intentó revocar mediante un amparo. La disputa se centró en la utilización no autorizada de elementos creativos del artista en la campaña publicitaria, sin su consentimiento ni compensación previa.


El abogado de Arjona, Eduardo de la Parra, no emitió declaraciones públicas tras la resolución de la SCJN; sin embargo, la victoria legal representa un triunfo para la defensa de la propiedad intelectual y los derechos de los artistas. La SCJN, en una decisión unánime, rechazó el recurso extraordinario de Toyota en mayo de 2025, dejando firme la sentencia original. Esto subraya la importancia de la legislación mexicana para proteger la creación artística y el trabajo creativo.


La decisión de la SCJN establece un importante precedente para las empresas multinacionales que operan en México. Refuerza la necesidad del respeto a la propiedad intelectual y la responsabilidad de obtener los permisos correspondientes antes de utilizar obras artísticas en campañas publicitarias. El fallo podría inspirar acciones legales similares en otros países, impulsando así la protección global de los derechos de autor y la lucha contra la explotación de artistas. El caso Arjona-Toyota se convierte en un símbolo de la creciente concienciación sobre la importancia de proteger la propiedad intelectual a nivel internacional.