Por: Miguel Angel Trujillo

Tras días de tensión, el Gobierno colombiano llegó a un acuerdo con pequeños mineros de carbón en Boyacá, desactivando la mayoría de los bloqueos que paralizaban el departamento. Se pactó una transición energética justa y sostenible.

El presidente Gustavo Petro anunció un acuerdo histórico con la pequeña minería del carbón en Boyacá, poniendo fin a un paro que afectaba la región. Se desbloquearon la mayoría de las vías, dejando solo tres puntos de protesta. El pacto incluye una transición energética para este sector.


La crisis en Boyacá, que comenzó semanas atrás por las demandas de los mineros, afectaba gravemente la economía y el tránsito del departamento. Las protestas se extendieron por varios municipios, generando incertidumbre y bloqueos en importantes rutas. El Gobierno, bajo la administración Petro, priorizó el diálogo para resolver el conflicto.


El presidente Petro, a través de su cuenta X, celebró el acuerdo alcanzado tras una jornada de negociaciones en Paipa. Participaron representantes de los ministerios de Minas y Energía, del Interior, la Agencia Nacional de Minería y otros actores relevantes. El ministro de Trabajo destacó el desbloqueo de seis puntos de protesta, gracias a un plan de diez compromisos con los mineros.


Las negociaciones se centraron en garantizar una transición justa hacia energías renovables para los pequeños mineros de carbón, evitando el impacto social y económico negativo que conlleva la eliminación de su actividad. El gobernador Carlos Amaya manifestó su optimismo sobre el levantamiento total de los bloqueos en los próximos días, tras la resolución de un último aspecto administrativo.


Este acuerdo es un ejemplo de la política progresista del Gobierno Petro, buscando soluciones pacíficas y sostenibles a conflictos sociales complejos. Se espera que este modelo pueda ser replicado en otras regiones con problemáticas similares, ofreciendo alternativas para una transición energética justa e inclusiva a nivel nacional y, potencialmente, sirviendo como modelo para otros países en desarrollo que enfrentan desafíos similares en la transición hacia energías limpias.